7 consejos para que sobrevivas en una boda veraniega

Para casarse, no hay edad. Lo tenemos clarísimo por nuestra experiencia. Y de verdad os decimos que nos encanta tener parejas más y menos jovencitas.

Pero, si estás en la generación de los 80’s, 90’s y te acercas al 2000, tienes más papeletas de que alguien cercano te invite a su boda (independientemente de que seas tú quien pasa por el altar)

Cada vez más, celebramos bodas que se reparten a lo largo del año, pero el verano sigue siendo la época por excelencia para darse el ¡sí, quiero!

Estos escasos 30 días que llevamos de verano “real”, están siendo bastante livianos, y si has asistido a alguna boda, te has quitado del “problema de la calor extrema”.

Sin embargo, no es lo normal (aunque debería serlo, al menos aquí en el sur). Por eso, hoy queremos darte unos consejos para asistir a una boda en verano, y sobrevivir a los 35/40º.

Sobreviviendo a una boda veraniega como invitada

Como decimos, sobrevivir durante las bodas veraniegas es todo un reto, dependiendo sobre todo de la zona (no es lo mismo la ciudad que la playa), de si es en un recinto interior o exterior, y por supuestísimo, de la hora (difiere mucho si se trata de una boda de día o de noche)

Mira el tiempo

El primer consejo que podemos darte es que tengas en cuenta el parte meteorológico. Va a ser crucial a la hora de elegir qué ponerte, o al menos, como combinar un posible complemento a tu vestido.

Como ya sabrás, la hora del día nos condicionará a la hora de elegir el vestido, puesto que si la boda es de día, elegiremos un traje corto, mientras que en bodas de noche, nos decantaremos por un precioso traje largo.

Si la boda es en un lugar, en el que el escenario es veraniego, un traje de cóctel no es una mala idea tampoco.

Lo que sí que descartaremos en cualquier boda en verano, será el “blanco ibicenco”, salvo que sea un “deseo expreso” de los novios. Y no sólo porque el protocolo lo marque así, sino porque estaríamos robándole el protagonismo al “blanco de la novia”.

Decide si prefieres tocado o pamela

Aunque, a priori puedes pensar que la pamela va a ser siempre la mejor opción, realmente no tiene por qué ser así.

Está claro que una pamela te va a proteger del sol, y te aportan sombra a tu rostro, dependiendo del tamaño del aña.

Sin embargo, solamente debes llevarla si es una boda de día, y tendrás que quitártela cuando te sientes a comer. El protocolo marca que sólo hay que llevarla durante la ceremonia y la recepción.

Además, dependiendo del material que hayas elegido, el calor puede jugarte una mala pasada, sobre todo si la pamela no es de un material transpirable y natural.

Otro de los inconvenientes de llevar pamela es que, te obligará, casi con total seguridad, a llevar el pelo suelto, o semisuelto.

A diferencia de todo esto, la diadema o el tocado sí que te va a permitir elegir un “recogido fresquito”, y te aseguramos que es una ventaja a valorar muy detenidamente.

¿Sandalias o zapatos?

Entramos en un terreno enfarragoso, por eso de que “unas sandalias pueden no ser elegantes”.

Pues, bajo nuestro punto de vista, lo primero que debes tener en cuenta es si el banquete (y decimos bien, el banquete, porque para la ceremonia puedes llevar otro calzado distinto) será en la arena, el césped, o cualquier otro suelo que te fastidie porque tus tacones se claven una y otra vez.

Eso sí, sé prudente a la hora de elegir el modelo, porque no todos los tipos de sandalias “armonizan” con cualquier vestido.

Por ejemplo, unas sandalias tipo gladiadoras pueden ir genial con un traje corto, mientras que para un vestido largo, unas sandalias planas y abiertas, con algún adorno de joyería, será una buena elección.

Sin embargo, y bajo ningún concepto, asistas a una boda veraniega con sandalias con diseños deportivos, demasiado casuales.

NO utilices maquillaje líquido

Si eliges el maquillaje líquido para aguantar el calor durante unas horas, estés o no al sol, te pasarás el día retocándote en el lavabo.

Nuestra recomendación en este sentido es que elijas un buen maquillas de larga duración, y a ser posible, en polvo. Va a aguantar mucho más. Con esto, disfrutarás con más intensidad desde la propia ceremonia, hasta la hora del baile.

Prepara unas gafas de sol

Las gafas de sol son nuestras grandes aliadas cuando asistimos a una boda en verano, sobre todo si se trata de un enlace de día, o a media tarde.

No sólo va a protegerte de la luz solar, sino que estarás mucho más cómoda a la hora de compartir conversación con los demás invitados/as.

Si tu vestido es estampado, o has elegido un color muy vistoso, te sugerimos que elijas una montura metálica.

Hazte con tu propio “kit de supervivencia”

Todas sabemos que, en cualquier momento, puede surgir un imprevisto con nuestro maquillaje, bien porque se caiga alguna que otra lagrimita, por el sudor, etc…

Por tanto, es fundamental que nos hagamos con un pequeñito kit que nos ayude a permanecer “brillantes” en todo momento.

Tal vez, una barra de labios, rímel, polvos, e incluso un pequeño desodorante o un poco de crema hidratante con un buen factor de protección solar, sobre todo, en el caso en el que preveas que vas a estar al sol durante algunas horas.

Nosotros, siempre aconsejamos a nuestra parejas de novios que organicen un rincón en el que sus invitados (sobre todo, invitadas) tengan a mano este tipo de productos, para precisamente, esto que te decimos.

Bebe agua regularmente

Independientemente de que tomes algún tipo de bebido con o sin alcohol, como vino, cerveza o algún refresco, bebe agua de vez en cuando.

De esta manera, evitarás cualquier efecto de la deshidratación, y de los problemas que conllevaría en el caso de que te vieras afectada.

Evitarás levantarte al día siguiente con un buen dolor de cabeza.

Si sigues todos estos consejos, te aseguramos que tan sólo deberás preocuparte de divertirte muchísimo, porque sobrevivirás a esa boda veraniega a la que has sido invitada.

¡Disfrutad de este caluroso mes de agosto!

Ángela Caparroz
Wedding & Event Planner
De Boda con Ángela