Una boda muy íntima y familiar para Antonio y Ana
Antonio y Ana son una pareja muy especial para mí. De hecho, casi era navidad cuando nos sorprendieron con la noticia de que, en poco tiempo, tendríamos que organizar su boda. En De Boda con Ángela siempre decimos que conocer bien a los novios es fundamental para poder organizar la boda de sus sueños, y os puedo asegurar que mi insistencia ha dado sus frutos, y que todos esos cafés y charlas que tenemos tanto en mi despacho como por teléfono han servido de mucho. A nuestra pareja de novios ya los conocía. Ana es una persona entrañable, bondadosa hasta el extremo de resultar imposible negarle nada, y con una virtud innata para sacarte siempre una sonrisa. Antonio es un hombre que, bajo su apariencia seria, esconde un corazón enorme, y a parte de ser guapísimo, posee una determinación envidiable.
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La organización de su boda
Cuando comenzamos con la organización de su boda, una de las premisas fue la de que su boda debía celebrarse cuanto antes. No querían esperar un año, así que nos pusimos manos a la obra inmediatamente. No fueron pocas las fechas que barajaron para celebrar su boda, hasta que decidieron que el 1 de junio sería el día idóneo para contraer matrimonio. Una vez concretado el día, comenzamos a buscar lugares de celebración. Tras una intensa semana de visitas a varios emplazamientos, eligieron el Restaurante La Raza por varios motivos que hacían que fuera el que mejor se adaptara a lo que buscaban.
¿Qué tipo de boda deseaban?
Lo tenían clarísimo. Su boda debía cumplir algunos requisitos básicos. Debía ser sencilla, pero elegante a la vez. Querían que sus familiares y amigos jugaran un papel importante el día de su boda, y para ello debían desbancarse de protocolos y compartir risas y charlas en cualquier momento con todos los asistentes, por lo que la opción del cóctel se presentaba como la más idónea. Al fin y al cabo, querían celebrarlo con todos y cada uno de sus invitados. El lugar de la ceremonia lo tenían super claro: La iglesia de San Bernardo. Nuestros amigos de Luz Neutra fueron la opción elegida por nuestra pareja de novios para captar todas y cada una de las imágenes del día de su boda, mientras que Gabriel, de Escenas de mi boda se ocupó del vídeo. Su elección fue todo un acierto, porque desde el primer momento congeniaron a la perfección. Algunos detalles que eligieron nuestros novios fueron la mesa con el libro de firmas, en el que sus invitados pudieron dejar constancia de su presencia, además de dedicar unas letras a Antonio y Ana. También se montó un Candy Buffet, sólo con chucherías para endulzar un poco más la velada, así como un precioso photocall con fondo plateado que fue proporcionado por sus fotógrafos de Luz Neutra. En cuanto al chaqué del novio, deciros que fue hecho a medida en la sastrería Lista, mientras que nuestra novia se decantó por precioso vestido que adquirió en Pronovias.
Y llegó el gran día
Llegó el 1 de junio de 2014 y, entre risas y bonitos momentos de complicidad, la hermana y la madre de la novia la ayudaban a vestirse disfrutando de cada segundo de
esta ocasión única en su vida. Para nosotros fue muy emotivo presenciar la unión que tiene la familia de Ana y es que son una familia preciosa. La abuela de la novia quiso subir a verla mientras se arreglaba para regalarle unos pendientes que tenían un significado muy especial para ellas. De ahí que hayamos querido ofreceros esta instantánea en la que le ayuda a ponérselos. Fueron unos momentos muy especiales porque siempre es un privilegio poder contar con los abuelos en situaciones únicas como ésta. Otro de los deseos de Ana era el de ir muy natural. Y como siempre le han gustado las trenzas, quiso incluirlas como parte de su recogido, en el que dos pasadores de flores hicieron el resto. El ramo nupcial fue el regalo con el que sus pequeños sobrinos quisieron obsequiarle. Éste fue otro de esos momentos emocionantes, no sólo para la novia, sino para el resto de su familia.
Durante la ceremonia
De verdad, una de las ceremonias más originales a las que he tenido la oportunidad de asistir. Todo, absolutamente todo fue personalizado. Dos curas, amigos de los novios y de su familia fueron los encargados de oficiar el matrimonio. Aunque durante toda la ceremonia tuvimos momentos de complicidad y cariño entre Antonio y Ana, el momento del “sí, quiero” fue impresionante para todas las personas que tuvimos el placer de estar presentes en la Iglesia de San Bernardo en ese momento. Sobraban las palabras, porque sus miradas lo decían todo. El hermano de la novia quiso ofrecer a todos los asistentes un bonito discurso lleno de cariño. Y tras él, los novios agradecieron a sus invitados su compañía en este día tan especial para ellos, consiguiendo emocionarlos. Y a la salida de la iglesia… una impresionante lluvia de arroz, pétalos y confeti que llenó de color el ambiente. Antes del convite, nuestros novios se fueron al barrio Santa Cruz para inmortalizar su felicidad, con una impresionante sesión de fotos entre íntimas callejuelas que lograron que se relajaran y pudieran ser captados como lo que son en realidad: una pareja enamorada y feliz.
Y llegamos al convite
Ana y Antonio llegaron al Restaurante La Raza y, por fin comenzó la fiesta. Dejaron a un lado el estricto protocolo para dar paso a otros momentos de disfrute del día de su boda. La compañía de sus seres queridos, la buena comida y la música de Radio Vespa y un DJ amigo hasta bien entrada la madrugada, hicieron el resto. Quienes conocemos a los novios, sabemos el motivo por el que quise obsequiarles con una original tarta de fondant, cuyos muñecos representaban muy bien a los recién casados. Me encantó ver sus reacciones, y para mí, fue muy importante que me dieran la oportunidad de organizar el día de su boda, y a la misma vez, formar parte de él. Ana, Antonio… sabéis perfectamente que vuestra boda fue toda una inspiración para mí, diferente, única, y llena de amor. Y que os deseo toda la felicidad del mundo, porque no os merecéis menos. Espero haber sabido transmitir en este pequeño homenaje que os dedico en mi blog, todas las emociones que ese día pudimos vivir todos los privilegiados que tuvimos la oportunidad de acompañaros en vuestra boda. Pero creo que para expresaros todo mi cariño, no existirían palabras. Sois increíbles, y sólo puedo desearos que sigáis siendo inmensamente felices, pareja. Y como dicen que una imagen vale más que mil palabras, os dejo este vídeo que, como sus instantáneas, no tiene desperdicio.
¡Gracias por tantas y valiosas experiencias!
¡¡¡Qué tengáis un magnífico fin de semana!!! Ángela Caparroz Wedding & Event Planner De Boda con Ángela
La Raza es siempre un lugar a considerar cuando se trata de celebrar una boda en Sevilla. Es un privilegio una celebración en pleno parque de María Luisa.
Enhorabuena por sus trabajos.
La Raza es un lugar magnífico, no sólo por su entorno, sino por la forma en la que prestan sus servicios.
Muchas gracias por su aportación, Manuel.