Mini entrantes originales que dejarán con la boca abierta a vuestros invitados

En plena “Era de lo minimalista”, el mundo de las bodas no quiere perder el tren, o mejor dicho, no bajarse del carro. Y en lo referente al tema gastronómico, menos. Los pequeños bocados que hacen las delicias, nunca mejor dicho, de nuestros invitados, no son una novedad, aunque como todo, evolucionan. Los canapés y mini entrantes en las bodas causan furor por su originalidad y sabor, aunque esto puede ser un arma de doble filo. Debemos escoger un catering fino, que trabaje con “elegancia” y te dé unas ciertas garantías de calidad.

Sí, es cierto que son conceptos que siempre debemos exigir al proveedor de comida de nuestro “día más especial”, pero si enfocamos nuestro cóctel a una comida de este tipo, con más razón.  Lo principal es elegir con referencias, aunque sobre gustos no hay nada escrito, siempre pisaremos un terreno más sólido si hemos probado la comida o nos han recomendado un determinado catering. Aun así, nada nos asegura que todo saldrá como queremos, pero un buen simulacro en la prueba de menú nos dejará un poco más tranquilos, ¿verdad?

Algunos consejos para elegir los mini entrantes adecuados

A pesar de estos consejos y la línea modernista de nuestros mini entrantes, desde De Boda con Ángela queremos exprimir más las ideas, ir un paso más allá… Porque si ya es tendencia, bien, y si no, la creamos. Es cierto que todavía convivimos con los fumets, espumas, deconstrucciones y nitrógeno líquido, pero la tecnología culinaria cada vez se funde más con la comida tradicional o condimentos más “terrenales”.

Si ahondamos en esta tendencia, podemos ver productos que, combinados, nos ofrecen curiosidades tales como base de “nacho sobre espuma de guacamole” o “emulsión de leche con galletas” al estilo tradicional, así, sin anestesia… Estamos llegando al punto en el que rizamos el rizo para llegar con la alta cocina, a la cocina de nuestras abuelas, a retrotraernos a sabores tradicionales, poniéndonos grandes retos culinarios, a simplemente, fusionar “moderno-vintage” a otro nivel, el de los sabores.

Si esto te parece buena idea, desde luego muy recomendable por nuestra parte (¿por qué no?), hagamos una selección de ideas:

Un poco de tradición

Paella, fideuá con ali-oli, salmorejo… No nos hemos podido resistir…

Quizás no sea alta cocina (no por ello malas opciones), ni comida fusión, pero era una opción ineludible en nuestra lista, sobre todo en ciertas partes de nuestra geografía. Aun así, siempre se le puede dar una vuelta de tuerca a nuestras ideas para llegar a comernos un plato típico con un toque de modernidad. Así, podemos poner un punto con unos pequeños cuencos o vasitos de salmorejos, una opción refrescante para una boda sureña, pero de diferentes sabores. Salmorejo de mango, de naranja o de remolacha, son variantes que puede dar un toque de originalidad a nuestro plato típico.

Una vuelta de tuerca

¿Cómo comer legumbres de una manera original? Humus, por ejemplo.

Una buena manera de llevar una dieta mediterránea de la forma más chic es encontrar recetas o alimentos de “moda” basados en aquellos condimentos más nuestros. Un buen ejemplo es el mencionado humus. Untado, para “dipear”, en emulsión… Podemos usar diferentes nombres, adjetivos o verbos para describir esta nueva modalidad cremosa que ha entrado hace relativamente poco, pero que viene con paso firme.

Si tiene otro nombre, no es lo mismo

¿Os habéis dado cuenta que hay ciertos “bocados” o técnicas culinarias que con el paso del tiempo y la nueva cocina cambian de nombre?

Efectivamente, el rebozado ya no es rebozado, ahora es crujiente, por ejemplo. Y si lleva “kikos”, mejor. Aunque para hacer honor a la verdad, todos los esfuerzos se centran en mejorar las recetas sin perder toda nuestra esencia. Por ello, además de crujientes tenemos la tempura, una forma de rebozar con buen gusto y calidad… Después ya, la imaginación y originalidad para combinar es cosa del chef.

Lo étnico es trending

Siempre nos ha gustado ser modernos.

Entiéndase, no tiene nada de malo abrir la mente y el estómago a nuevas sensaciones. Si no, el ser humano estaría estancado en el “bisonte a la leña” de hace unos cientos de años. Ahora no, ahora apostamos por lo diferente, sea nuestro o de otros países. O por ejemplo, lo de otros países fusionado con lo nuestro.

Así nació el “sushi mediterráneo”, una variante de esta comida nipona que no es otra cosa que el arroz típico de sushi pero combinado de manera más española. Haciendo un pequeño sondeo encontramos rolls de endivia, langostino y crema de tinta de calamar, maki de ensaladilla de langostino al ajillo con Inés Rosales o de rulo de cabra con mermelada de espárragos trigueros. Ahí es nada…

A partir de aquí, la imaginación es el límite. Emulsión de guacamole sobre base de torta de trigo decostruída (nachos), combinaciones orientales al estilo Thai, toque de Yakisoba o salsa de soja y fideos como rico acompañamiento.

No perdamos el norte…

Es cierto que vivimos una “Era” a medio camino entre la modernidad y la tradición, en la que no sólo cambiamos nombres, si no técnicas culinarias como la cocina molecular. Una “Era” en la que hay cocineros que no tienen sólo un restaurante, sino departamentos de I+D o empresas creadas para llevar sus cocinas al “Olimpo de la gastronomía” mediante los últimos avances tecnológicos.

No nos engañemos, una opción viable para llegar a nuestro corazoncito culinario es la de poner nombres originales o enrevesados, lo que unido a la mezcla de modernidad y presentación, nos ayuda a crear platos “nuevos” con los que sorprender a nuestros invitados.

Y como consejo final, desde De Boda con Ángela no queremos que los nuevos tiempos nos cambien, no podemos permitir rizar tanto el rizo que perdamos la esencia gastronómica de nuestras bodas, sabiendo que hay cosas muy nuestras que no fallan, los clásicos… O, ¿acaso un buen jamón bien cortado y presentado simplemente en lonchas no es una apuesta segura? Hay costumbres que no debemos cambiar…

¡Qué aproveche!

Ángela Caparroz
Wedding & Event Planner
De Boda con Ángela